Muchas personas que comen alimentos bajos en calorías no se sienten llenas. Los científicos británicos lograron resolver este problema.
Científicos de la Universidad de Sussex realizaron un experimento en el que debían averiguar cómo la adición de un espesante afecta la textura del yogur y las sensaciones subjetivas de los consumidores.
En la primera parte del experimento, los científicos descubrieron que incluso los consumidores más inexpertos sintieron una diferencia después de agregar un espesante, a pesar de que el sabor del yogur no cambió. La segunda parte del experimento también salió bien, porque después de comer yogur con espesante, los participantes en el experimento se sintieron más llenos. Además, los participantes en el experimento notaron que el yogur espeso suprimía el apetito por un tiempo.
“La sensación de saciedad no depende únicamente de la cantidad de calorías que contengan los alimentos que ingerimos. Los impulsos eléctricos que ingresan al cerebro desde el estómago son de gran importancia, pero las sensaciones en la boca son igualmente importantes. Al influir en la textura del yogur, pudimos mejorar la experiencia subjetiva de los consumidores. El yogur más espeso te hace sentir más lleno y suprime tu apetito por un tiempo”, dice la autora del estudio, Keri McCrickerd.