¿Tienes un desdén despectivo por los drogadictos? ¡Pero resulta que también eres un adicto! ¡Tu medicamento es legal y está disponible en cualquier tienda!
La cocaína conduce a la liberación de moléculas de «alegría» en el cerebro (serotonina, dopamina y otras). Como resultado, una persona experimenta toda una gama de sensaciones agradables. Pero con el tiempo, la adicción se desarrolla, obligando a las personas a cruzar todas las facetas y fronteras en busca de una dosis. Y cuanto más, más sombrío, porque los receptores en el cerebro son insaciables y se sacian fácilmente: necesitan más y más estimulantes. Y no tienes que ser un adicto a las drogas para entrar en este bucle. El azúcar es una trampa similar.
La imagen es exactamente la misma: al principio comes dulces y el cerebro se regocija (se liberan las «hormonas de la felicidad»). Con el tiempo, la sensibilidad de los receptores disminuye y un dulce no es suficiente para usted: come un paquete completo para el té a la hora del almuerzo. ¿Situación común?
Las personas no son las mismas en su insaciabilidad por los dulces, y en este momento los científicos están estudiando los mecanismos moleculares de este fenómeno en modelos animales. Están convencidos de que los resultados de su trabajo ayudarán a comprender por qué la escala de la obesidad en el mundo está aumentando constantemente.
Mientras tanto, aquí hay tres formas de controlar su consumo de azúcar:
1. Evite el azúcar procesada (blanca)
Los azúcares simples se encuentran en tartas, productos horneados elaborados con harina de alta calidad, refrescos y muchos otros productos. Son absorbidos extremadamente rápido por nuestro cuerpo, que rápidamente comienza a requerir suplementos. Pero ese no es el único problema: los azúcares simples son directamente dañinos por sí solos. Digamos que dañan la pared vascular (¡hola, aterosclerosis!) y alteran la sensibilidad de los tejidos a la insulina.
2. Prueba diferentes postres
Desde pequeños nos enseñan que después de comer seremos recompensados con un postre. Pero después de todo, no tiene que ser un pastel dulce o un tazón de helado. Intente comer una ensalada de frutas con nueces, por ejemplo.
3. Sea consciente de su comida
No puede reducir su consumo de azúcar si no sabe cuánto azúcar hay en una comida. Lea sobre el valor nutricional de los alimentos que disfruta todos los días. Es posible que se sorprenda al saber que el yogur bajo en grasa y la salsa barbacoa están cargados de azúcar. Por lo tanto, esté atento, lea la composición de los productos y no se apresure a comer una barra banal en su conjunto, ¡divídala en porciones! Así, no solo reducirás la cantidad de azúcar consumida, sino que también disfrutarás más. Después de todo, siempre apreciamos lo que no es suficiente.
Todo sobre el azúcar en nuestro proyecto especial «Diabetes»
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