Como ya hemos dicho, la esfenoiditis es una patología bastante rara. Según las estadísticas, hasta el catorce por ciento de la población adulta del planeta padece diversas formas de sinusitis. Entre ellos, la inflamación del seno esfenoidal representa solo alrededor del cuatro por ciento. En la mayoría de los casos, las personas de catorce a treinta y cinco años enfrentan un proceso patológico de este tipo. Vale la pena señalar que las formas agudas son algo más comunes que las crónicas.
Muy a menudo, la terapia seleccionada correctamente evita consecuencias graves. Esta inflamación es más grave en niños menores de tres años. Son ellos quienes con mayor frecuencia enfrentan complicaciones peligrosas, entre las cuales aproximadamente el veinte por ciento es una lesión orbitaria secundaria. Otro tres por ciento de los pacientes son diagnosticados con diversas complicaciones intracraneales, como meningitis o encefalitis. En algunos casos, con un curso severo de este proceso patológico, se observa la generalización de la infección, seguida de la aparición de sepsis.
Causas de la inflamación en la esfenoiditis
La principal causa de inflamación en la esfenoiditis es la flora infecciosa inespecífica. El proceso inflamatorio en el área del seno esfenoidal puede estar asociado tanto con bacterias como con virus. Entre la flora bacteriana, el papel principal se le da a los estreptococos y estafilococos. En cuanto a los virus, la esfenoiditis puede desencadenarse por virus de la influenza, adenovirus, rinovirus, etc. En este caso, el principal factor predisponente son los focos infecciosos existentes en el tracto respiratorio superior.
Con mucha menos frecuencia, la aparición de inflamación en el área del seno esfenoidal se debe a una flora infecciosa específica. Los ejemplos incluyen Treponema pallidum, Mycobacterium tuberculosis, etc.
Además de la infección, también juegan un papel causas de inflamación como traumas que conducen a la deformación del esqueleto facial, diversas anomalías en el desarrollo de la cavidad nasal, la nasofaringe y el seno esfenoidal, así como neoplasias volumétricas. Todo lo anterior contribuye a la violación de la ventilación del seno esfenoidal, lo que crea condiciones favorables para la reproducción activa de la flora patógena. Otro factor importante es un nivel reducido de protección inmunológica, que puede deberse a hipotermia, infección por VIH, diabetes, malos hábitos, etc.
Con tal inflamación en el área del seno esfenoidal, inicialmente aumenta un edema pronunciado. La luz de la salida natural del seno paranasal se obstruye y el exudado producido deja de fluir. Todo esto contribuye a la violación del intercambio de aire y crea condiciones favorables para una reproducción aún mayor de microorganismos patógenos.
Síntomas de la esfenoiditis: dolor, secreción nasal, intoxicación
Independientemente de la causa de la inflamación, el cuadro clínico que lo acompaña siempre será casi el mismo. En primer lugar, el síndrome de intoxicación general está creciendo. Una persona enferma indica un aumento en la temperatura corporal a treinta y ocho grados o más. El cuadro clínico se complementa con debilidad y malestar general, escalofríos, etc.
Casi al mismo tiempo, crece un fuerte dolor de cabeza. No tiene una localización clara, pero con el tiempo se desplaza hacia la parte posterior de la cabeza. A menudo hay irradiación del síndrome de dolor en la región de la órbita o las sienes. Es de destacar que los analgésicos prácticamente no contribuyen a la reducción del dolor. Además, es obligatorio moco o secreción purulenta de la cavidad nasal. Se altera la respiración nasal, empeora el sentido del olfato.
En la forma crónica, el dolor también está presente, pero es mucho más moderado. El paciente indica insomnio, deterioro de la respiración nasal, secreción nasal. A menudo hay varios trastornos neurológicos, por ejemplo, en forma de problemas de memoria, mareos, parestesias, etc. A veces, una persona enferma se queja de un leve mal aliento.
Diagnóstico y tratamiento de la inflamación
Por lo general, no es difícil diagnosticar dicha inflamación. El plan de exploración consta de rinoscopia anterior y posterior, sondaje diagnóstico. Es obligatorio un análisis de sangre general, en el que habrá signos de un proceso inflamatorio, examen microscópico y bacteriológico de las secreciones nasales. La confirmación final del diagnóstico se basa en la radiografía de los senos paranasales. En casos dudosos, puede ser necesaria una tomografía computarizada.
Se prescriben medicamentos antibacterianos para el tratamiento de la esfenoiditis, según la sensibilidad de la flora aislada. Si se sospecha una naturaleza viral, se indican agentes antivirales. La hinchazón se puede reducir con la ayuda de gotas vasoconstrictoras, también se usan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Si es necesario, el plan de tratamiento se complementa con medidas de desintoxicación.
Prevención del desarrollo de esfenoiditis
Para prevenir el desarrollo de inflamación en el área del seno esfenoidal, se recomienda tratar los focos infecciosos crónicos existentes en el tracto respiratorio superior, aumentar el nivel de defensa inmunológica, etc.
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